Ya de vuelta a casa, después de la última presentación de este año en el CEIP Pinar de San José con las 4 clases de 5 años que han colaborado con la Asociación Apapia, mantenía esta conversación con Pedro:
-¿Entonces qué somos? Porque lo estuve buscando el otro día en Google y creo que no nos tocamos nada…
-Déjame que piense…¿concuñado? …mmm…No. Mmmm…¿consuegro?…mmm…tampoco… la verdad es que nuestra relación no tiene nombre…
-Pues como en el 1,2,3: ¡Somos amigos residentes en Madrid!
Porque por mucho que he investigado, a mí, “el-suegro-de-mi-hermana” no me “toca” na de na…O, como mucho como decía María, mi profe-amiga que me ha traído hasta este colegio, “te puede tocar las narices…”
Pero no es el caso. Mi hermana me dijo un día, muy sabiamente, que la gran diferencia entre la familia y los amigos es, que la primera te toca y los segundos se eligen. En este caso he tenido la gran suerte de tocarme un “familiar” que hubiera elegido como amigo porque Pedro es de las personas que por tocar, te “tocan” el corazón.
Desde que le conozco siempre me ha fascinado su forma de hablar porque no habla, él solo susurra…Y eso para alguien como yo, que lo normal es que tenga que bajar el volumen de mi voz, es de agradecer por la paz y serenidad que me aporta.
Además de susurrar es un apasionado de la escritura, la lectura, dibuja, hace sus pinitos con la fotografía y está encuadernándose a sus 83 casi 84 años “sus memorias” por así decirlo; es decir, una selección de todos sus escritos como legado a los que le sobrevivan, que pienso leerme este verano con todo el cariño que se merecen.
Y a Pedro CEN con C le enamoró desde sus comienzos. Así me lo ha hecho llegar y sentir desde siempre. Es un incondicional de las entradas de este blog aportando siempre un comentario de los que alimentan el espíritu y te dan fuerza y energía para los momentos críticos del proyecto (que haberlos “haylos”). Eso es de AGRADECER. Por eso, en nuestro último encuentro familiar, no dudé en invitarle a la última presentación de este curso escolar. Tras la marcha de mi padre, amante también de la escritura y la lectura y fan incondicional de todas las entradas de mi blog, la figura paternal de Pedro me acerca un poquito más al que fue y siempre será “el mejor padre del mundo”.
Y si de “mejores” hablamos, no podemos dejar de mencionar al centenar de alumnos de 5 años que aguardaban impacientes la entrega de sus ejemplares de regalo. De ellos y de sus profesoras: Ana (que nos contaba hoy entusiasmada como algunas de sus alumnas han comenzado a escribir cuentos por su cuenta y riesgo a raíz de haber escrito para CEN con C ), Yolanda y las dos Marías que, como siempre digo, si algo tiene este proyecto es que quizás no me encuentre a los “mejores” docentes pero sí a los más valientes.
La entrega ha ido como la seda. El mecanismo perfectamente estudiado y trabajado durante toda una década de experiencia funciona. Uno a uno han respetado el turno de sus compañeros mientras leíamos las dedicatorias personales de cada uno de ellos sin abrir el libro. Y a la de tres, después de unas preciosas fotos en familia….
…han volcado sus cabecitas en busca de sus dibujos y su parte del cuento escrita, todo envuelto con el murmullo más maravilloso del mundo…el de sus voces leyendo, todavía, en voz alta…
Pedro, al que uno de los pequeños le ha bautizado como “Pedo” con las consiguientes risas de turno, ha tomado asiento en una de las mesas para que le firmaran uno de los dos ejemplares que le hemos regalado como recompensa a su esfuerzo…. ¡Se me había olvidado por completo que llevaba un marcapasos! Y no ha sido hasta que llevábamos un par de viajes cargando las cajas de los libros (que muy amablemente se ha ofrecido a echarme una mano), que me he acordado al notar su fatigada respiración. ¡Menos mal que en esta ocasión solo eran cuatro cajas…! La próxima vez (porque me ha dicho que después de hoy, se apunta a todas las presentaciones del curso que viene) pediremos la carretilla al conserje no vaya a ser que tenga que dar explicaciones de más a mi hermana y mi cuñado…
Siempre he pensado que el “dedo mágico aleccionador” era solo cosa de las madres…pero va a ser que no…
A finales de esta semana realizaremos las donaciones a las siete causas solidarias para ponerle el broche de oro a este curso escolar que tan buenos e inolvidables momentos nos ha hecho vivir.
Mientras tanto aquí os dejo la crónica escrita por Pedro del día de hoy. Que ustedes la disfruten.
FECHAS
En la vida hay fechas que quedan grabadas para siempre en el alma.
No voy a citar ninguna; todos tenemos las nuestras, y salvo algunas, que todos conocemos, que son universales, las demás son siempre distintas.
Por supuesto tengo mis fechas; mis días de recuerdos, que cuando llegan hago parada y fonda en ellos, y vuelvo a revivir aquellos momentos, alegres o tristes, que no quiero se pierdan nunca en mi memoria.
A esas voy a añadir una que quedará para siempre grabada en mi alma:
18 junio 2019.
Hoy, en el Colegio Pinar de San José, de Madrid, he asistido a la presentación y entrega de cuentos escritos por niños y para niños de 4 y cinco años.
Creo recordar que fue Mario Vargas Llosa quién, a una pregunta que le hicieron sobre el por qué no escribía cuentos para niños, contestó que era muy difícil escribir cuentos para ellos.
Estoy de acuerdo, para escribir cuentos para niños, al hombre le falta tener la inocencia del niño; la sinceridad del niño; el candor del niño; la mirada limpia del niño; la alegría del niño…y sentirse niño.
Tal vez yo no lo sabía hasta esta mañana y, aprendiz de escritor, he intentado, sin éxito, escribir cuentos para mis nietos….
A mis años, han pasado por mi vida cosas que me han hecho perder la inocencia de un niño; la sinceridad de un niño; el candor de un niño; la alegría de un niño;
la mirada limpia de un niño…Y no puedo sentirme niño.
Lo siento.
Esta mañana he sido feliz, muy feliz, al repartir los libros a sus coautores,
y he sentido con Samuel y Julia la emoción de sus primeros autógrafos.
Sí, hay fechas que, aunque uno no se lo espera, quedan grabadas
para siempre en el alma:
18 junio 2019, bendita seas…