Una de mis grandes pasiones es CONVERSAR.
Conversar con amigas, con conocidos, con desconocidos, con los que están y con los que ya no están, con mi pareja, conmigo misma y con mis hijos.
Hace unos días mantuve una conversación muy interesante con mi primogénito, el “protagonista” de CEN con C con el que inicié toda esta andanza hace 10 años y que este año cumple ya 20. Estudia Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF de toda la vida). Ese día había recibido una clase de “expresión corporal” donde tuvo lugar una interesante reflexión sobre los estereotipos sexuales. Entre otras cosas hablaron de la pesada carga que nuestra sociedad lleva soportando desde hace años con expresiones como: “corres como una niña”, “los hombres no lloran”, “eres una niñata”… Y ambos coincidimos en que, afortunadamente, esa tendencia machista va descendiendo generación tras generación. De hecho me siento afortunada y responsable al mismo tiempo de que la vida me haya regalado la oportunidad de poder educar a mis tres hijos varones para que el día de mañana “no ayuden a su pareja en las tareas del hogar” sino que “colaboren con ella”, para que puedan llorar libremente y compartir sus emociones si se sienten tristes, para que hablen de sentimientos con sus parejas y sus hijos…para que, en definitiva, realicen ese “trabajo emocional” que de un tiempo a esta parte, en general, recae sobre los hombros de las mujeres.
Y no, no me considero ni feminista ni no feminista…hace tiempo que la vida se encarga de mostrarme todo lo que el ser humano se pierde cuando se empeña en “etiquetar” a las personas. Somos nuestra capacidad de AMAR…a nosotros mismos primero practicando nuestro AUTOCUIDADO que dista mucho del egoísmo y por ende a los demás. Porque sí, es cierto, está más que demostrado, no me creáis, verificadlo: NADIE puede ofrecer a los demás lo que no es capaz de ofrecerse a sí mismo. ¿Quieres amar a los demás? ¡Ámate a ti mismo primero!
Y en ese AMOR hacia mi persona y sin caer en etiquetas que me limiten sino todo lo contrario, practicando una apertura de mente y de mirada limpia y sincera, me siento muy orgullosa de ser mujer con todo lo que conlleva serlo.
Por eso me gusta que las portadas de CEN con C “den la cara” el Día de la Mujer Trabajadora.
Es mi particular forma de rendir homenaje a todas las horas invertidas para poder lograrlo, horas robadas principalmente al descanso nocturno pero que tienen su recompensa.
Hoy, 57 portadas dan la cara por tantas y tantas mujeres que, como yo, tratan de romper antiguos roles educativos que encasillen a nuestros hijos para que, poco a poco, el único valor de la diferencia de sexos sea “LA RIQUEZA”.
¡AQUÍ LAS TENÉIS!
¡Feliz domingo 8 de marzo de 2020!
Gracias, María Jesús, por hablar y actuar como, simplemente, una persona normal.Y transmitir a tus “alumnos” esa maravillosa forma de ser.
Sin etiquetas, si calificativos…
Deberías pasare por algún MInisterio, a ver si ellos, ellas, y elles, van tomando nota.
Gracias otra vez por ser y estar .
Un abrazo muy fuerte.
Gracias Pedro, como siempre, por tus palabras. Las recojo con el cariño que siempre me haces llegar. ¡Cuidate!