Ayer estuve en “un cole de 10”, el CEIP Ana María Matute, y no solo por las 10 presentaciones de libros que disfruté, sino porque también fue de 10:
- Su acogida, haciéndome sentir como en casa desde el primer día.
- La respuesta de los profes a un proyecto totalmente nuevo para ellos.
- La elección de la causa solidaria, la Asociación Española Prader Willi, empatizando con uno de sus alumnos y sus familiares y apoyando “un sueño en construcción” como es el de la primera residencia específica para adultos con dicho síndrome.
- La organización de las visitas de sensibilización en una sola mañana incluyendo sesiones online a clases confinadas.
- La entrega del material poniéndomelo todo fácil (gracias Caro).
- La ilusión y las ganas con que esperaban los alumnos escritores y sus profes los libros que resumo en el abrazo Luna, una peque que se me enganchó a la cintura como una lapita mientras me decía:
“Gracias porque hoy soy feliz, feliz, feliiiiiz hasta el infinito y más allá”.
- Y la recogida del guante por parte de Gregorio, su Director, y de Carolina, su Jefa de Estudios, a escribir el próximo curso escolar un libro con su propia obra…algo que, como podéis leer en la siguiente imagen, ya rondaba por mi cabeza hace una década cuando mi amiga y periodista Asun me hizo profeta en mi tierra con un homenaje a un proyecto en el que ella siempre creyó.
Así pues, con el deseo de trasladar mi proyecto a profesores (algunos de ellos ya se han atrevido a que les publique, además del prólogo del libro, su propio cuento junto con los de sus alumnos), padres y madres cierro esta primera semana de presentaciones…
…porque…para quien disfruta escribiendo no hay nada más bonito que ver su obra publicada y si, como dice Gregorio, además es “con sentido”, la emoción es doblemente satisfactoria.
¡Nos vemos el próximo curso!