Nuevamente detente un momento y piensa. Cada persona construimos nuestra propia realidad.
-¿Hay cobras?-pregunta Christian.
-No, claro que no. Nosotros no cobramos nada. Somos voluntarios y nadie nos paga por lo que hacemos…-contesta Antonio un tanto sorprendido.
-Ya…-insiste Christian- Pero ¿hay cobras o no…?
Donde Christian, un alumno de 2º de Primaria del CEIP Ágora, formula una pregunta dentro de la realidad de un niño de siete años donde es importantíiiisimo saber si en ese desierto del que está hablando Antonio, Secretario y socio de la Asociación Bir Lehlu, hay cobras o no…
…Antonio, desde la realidad de un voluntario tristemente acostumbrado a que la sociedad cuestione la sinceridad de la palabra altruismo y generosidad, ve escepticismo donde Christian solamente ve reptiles…
Comentando esta anécdota ayer en una comida familiar, mi querida cuñada Sonia que es de las que siempre ve un poquito más allá, añadió:
-¡Y todavía queda una tercera lectura! ¡Cobrar como agresión física!
Y sí, lleva razón…hay tantas realidades sobre un mismo tema como personas hay en el mundo.
Imaginemos por un momento el desierto del Sáhara, un lugar terriblemente desolador, con un clima ardiente y sofocante y sin ningún indicio de vida, en el que la supervivencia nos parece una misión imposible…
…Donde alguien pudiera ver en este escenario un lugar perfecto para una película de aventuras…
….otro podría ver el marco perfecto para perderse durante unos días para encontrarse a sí mismo; y más aún…
…habría quien sería capaz de ver la oportunidad de poder sacar provecho de las necesidades de otros…PERO
…OTROS, afortunadamente, saben ver que ese escenario es la REALIDAD de cerca de doscientas mil personas acampadas, un pueblo que desde hace más de 40 años sobrevive únicamente gracias a la ayuda exterior, sin la cual morirían….Y esos OTROS son los que, una vez superada la emoción que a todo el mundo nos produce enterarnos de realidades como ésta, dan un paso más y no solo reaccionan con un sentimiento pasajero; sino que ACTÚAN.
Este es el caso de la Asociación Bir Lehlu.
Bir Lehlu significa “pozo de agua dulce”, y es el nombre de un oasis de gran valor sentimental para el pueblo saharaui. Un pueblo que en 1975 estaba formado por ciudadanos españoles con D.N.I español. Un pueblo cuya tierra fue ocupada por Marruecos y Mauritania siendo perseguido y viéndose obligado a huir arrastrándose por el desierto hacia el interior.
Y allí siguen acampados desde entonces con la esperanza de poder volver algún día a su tierra esperando…esperando la celebración del previsto referéndum de autodeterminación amparado por Naciones Unidas aplazado una y otra vez.
Asociaciones como Bir Lehlu se han ido creando en España con el fin de prestar ayuda humanitaria a los refugiados saharauis. Al igual que otras, tuvo su origen en una campaña de acogida de niños saharauis en verano. Niños que sólo conocen el desierto, que nunca han visto una flor, un árbol, o un pájaro, que no pueden imaginar qué es una montaña o un río, que nunca han abierto un grifo ni subido una escalera, que nunca han comido una lechuga, un plátano o un helado…
Bir Lehlu dedica todos sus esfuerzos a prestar ayuda a los refugiados saharauis:
– cubriendo sus necesidades materiales
– prestándoles apoyo humanitario y
– difundiendo la situación de los refugiados saharauis concienciando a la sociedad de esta REALIDAD.
Detente OTRO momento y piensa…
¿Qué clase de REALIDAD construyes TÚ para ti y los demás…?
Me gustaría tener, cómo tu, esa varita mágica para poder llenar de “Bir Lehlu”, los desiertos, donde los niños, saharauis, y no saharauis, pudieran tener todo lo necesario para que, como la mayoría de los otros niños, pudieran seguir regalándonos siempre esa sonrisa de felicidad.
Que desgraciadamente con los años la van perdiendo.
Un abrazo……