¿Cuántas veces te levantas por las mañanas en tu cama sabiendo que tu familia ha dormido también en la suya y no solo no lo agradeces sino que tampoco le das valor en “ese momento”…?
¿Cuántos días, estando sanos nosotros y nuestra familia, damos gracias por ello?
Sólo el día que amanecemos en la cama de un hospital, ya sea como pacientes o acompañando a un ser querido, valoramos la SALUD como se merece.
Ésta es la reflexión que les hemos lanzado a los alumnos de 5º de primaria del CEIP Pinar Prados de la mano de Ishtar, directora de la Fundación Aladina, con quien me siento unida en lo profesional y en lo personal después de tantos años colaborando con su causa.
Y es que…es tan fácil caer en la queja…Incluso en las circunstancias más adversas, como tener un hijo con cáncer, es el modo en que vemos o reaccionamos a esta experiencias lo que crea problemas en nuestra vida. ¿Eso quiere decir que al ACEPTAR lo que está ocurriendo nos tenga que gustar o que las circunstancias vayan a cambiar? No. Pero la aceptación es el primer paso para huir de la queja que nos empequeñece, nos quita energía y nos empobrece…En cambio, si desde donde nos encontramos somos capaz de valorar lo que tenemos, desarrollaremos la capacidad de sobreponernos antes a lo que estamos viviendo y a estar abiertos a disfrutar de nuevas experiencias.
A la pregunta directa de: “¿Todos los niños que tienen cáncer se curan?”
Ishtar les contestaba que 2 de cada 10 niños diagnosticados de cáncer no eran capaces de superarlo. O lo que es lo mismo si le DAMOS LA VUELTA, 8 de cada 10 niños diagnosticados de cáncer se curan. Porque en esta vida todo tiene siempre una doble lectura: la de la queja y la de la valoración.
Yendo incluso más allá, después de una década en la que la vida me ha regalado la oportunidad de conocer a madres y padres cuyos hijos son uno de esos 2 niños que no superaron la enfermedad, me he tenido que quitar el sombrero ante ellos al ver cómo de “semejante desgracia o tragedia en sus vidas” han sido capaces de DARLE LA VUELTA transformándola en “un acto de generosidad y altruismo” ¿Cómo? Gracias a haber sido capaces de quitarle a su pérdida el envoltorio de dolor y tristeza para descubrir en su interior la LUZ que llevaba dentro.
Desde esta pequeña ventana donde me asomo a las vidas de tantas personas que nos siguen, es mi deseo enviar a todos los que en este momento estén pasando por un momento adverso en sus vidas el mensaje de que a todo se le puede DAR LA VUELTA…Solo hay que reunir el valor suficiente para coger la sartén por el mango, voltear las circunstancias en el aire y VERLES el otro lado mientras, de corazón, agradecemos el hecho de poder hacerlo.