-¡Ala! ¡Pero qué alta eres!
Este es uno de los comentarios más típicos que suelo escuchar cuando voy a los colegios.
Pero… ¿soy alta realmente? Pues, como diría Einstein, todo es relativo. Todo depende de con qué o con quién me compare o lo que es lo mismo…
“En este mundo nada es verdad o es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.”
Porque a ver…
Si me comparo con Pau Gasol, no soy alta.
Y… ¿esto me convierte en peor persona que él? Pues no. La altura no determina la esencia de una persona.
Si me comparo con mi amiga Gema, soy muuuuy alta (desde el cariño siempre Gema).
Y… ¿esto me convierte en mejor persona que ella? Pues no. La altura no determina la esencia de una persona.
Si me comparo con Iván, el benjamín de mi casa de 14 años que ya está como yo, somos iguales.
Y… ¿esto me convierte en una persona idéntica a él? Pues tampoco. La altura no determina la esencia de una persona.
Entonces… una persona CON autismo ¿es mejor, peor o igual que otra que no tenga autismo? Pues ni mejor, ni peor ni igual…sencillamente es DIFERENTE porque el autismo, como la altura, no determina tampoco la esencia de la persona.
Este mensaje es el que hemos querido trasladar esta mañana a 10 clases de primaria de alumnos de entre 8 y 11 años del CEIP Legazpi que este curso escriben cuentos para colaborar con Federación Autismo Madrid.
Para ello he contado con la colaboración de Maite que, con ayuda de un vídeo de Caillou, un juego sobre verdad o mentira sobre los mitos del autismo y un juego de señas, se las ha ingeniado para que estos 250 alumnos se lleven una impronta importante en sus mentes de qué son las personas con autismo. A esto lo llamamos sensibilizar y normalizar.
ACEPTAR que TODAS las personas somos IGUALES a pesar de nuestras DIFERENCIAS nos convierte en personas más compasivas, comprensivas y empáticas y desde ahí solo se puede esperar lo mejor de cada uno de nosotros porque… ¿qué determina la esencia de una persona…? Solamente una cosa: su capacidad de AMAR.
No hay más.
Y esa capacidad no viene ligada ni al color de sus ojos, ni a los kilos que pesa, ni a los centímetros que mide, ni a si tiene o no un trastorno (el que sea).
Nuestra capacidad de amar la determina el si somos o no capaces de aceptar nuestras propias diferencias y las de los demás, si somos capaces o no de tender una mano cuando vemos que alguien sufre, si caemos o no constantemente en la emisión de juicios sobre nosotros y sobre los demás, si damos sin esperar o no, si sabemos agradecer y valorar o recurrimos reiteradamente a la queja…
Para finalizar os invito a leer algunos de los mitos sobre los Trastornos del Espectro del Autismo que nos dejan impresiones erróneas de la realidad de las personas con Autismo. Es importante conocerlos para tener una visión completa y ajustada de su realidad y poder comprenderles mejor:
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A las personas con TEA sí les gusta estar con los demás.
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Las personas con TEA sí son capaces de expresar sus sentimientos.
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Las personas con TEA sí tienen la misma necesidad de establecer relaciones de afecto.
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Las personas con TEA sí se comunican y se relacionan con los demás.
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Las personas con TEA no viven en un “mundo aparte”.
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No todas las personas con TEA tienen elevadas capacidades o habilidades de sabio.
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El origen del autismo no está en una carencia de afecto.
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El origen del autismo tampoco está en las vacunas.
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El autismo no es una enfermedad. No tiene cura, pero sí es susceptible de mejora.
Y si tenéis interés por conocer un poquito más sobre el autismo os invito a que pinchéis en los siguientes enlaces:
http://www.cenconc.com/2017/11/la-grieta-de-la-timidez-del-autismo/
http://www.cenconc.com/2017/11/la-realidad-del-autismo/
http://www.cenconc.com/2019/05/todos-somos-detectives/
http://www.cenconc.com/2019/01/diferencias-que-nos-hacen-crecer/
http://www.cenconc.com/2018/11/yo-me-quedo-aqui/