“Profe, nuestro cuento no está…”
Eran las palabras de dos alumnos de 6º A del Colegio Sagrada Familia de Jorge Juan esta mañana durante la presentación del libro Unas historias, unas fantasías.
“No puede ser, lo revisé mil veces…Mira aquí tengo la lista… ¡Ay, qué disgusto tengo!”
Eran las palabras de Carmen, su profesora.
Miraba a Carmen y empatizaba totalmente con su sufrimiento al ver la cara de decepción de sus dos alumnos. Los primeros años del proyecto, cuando algo así ocurría (aparecía mal escrito un título de un cuento, un nombre o apellido o el propio nombre del colegio; no aparecía el dibujo de algún niño o aparecía impreso en el cuento de su compañero; un cuento se había publicado incompleto…) ese día me volvía a mi casa con el estómago encogido y el alma en un puño. De nada me servían las caras de satisfacción del resto…me quedaba, sin poder evitarlo, con un mal sabor de boca.
PERO con el tiempo aprendes, compruebas, te das cuenta de que todo el mundo comete errores, que eso es normal, que no tiene importancia alguna; y que lo que realmente importa es lo que hacemos a continuación. Porque si no se cometen errores, no se pueden tomar decisiones.
Dicen que hace más ruido un árbol al caer que todo un bosque creciendo…es posible, pero al final, lo que importa es que todo un bosque (en este caso nueve aulas en total) hoy haya podido crecer. El árbol caído se puede volver a plantar (un cuento se puede volver a maquetar y un libro se puede volver a imprimir). Así de fácil y así de sencillo.
Hay una frase que leí hace tiempo que me encanta. Dice así:
“Hecho” es mejor que “perfecto”.
Y nosotros hoy lo hemos hecho. Lo hemos vuelto a hacer. Hemos presentado 5 libros preciosos escritos por los alumnos de 5 años, 5º y 6º de Primaria en favor de Payasosalud. Aquí tenéis sus portadas:
¡Sí señor! Lo hemos vuelto a hacer. Hemos regalado 215 libros materializados en sonrisas para los niños hospitalizados. ¡Esa es nuestra mejor recompensa! Ha sido todo un éxito porque en nuestro proyecto los fracasos no son bienvenidos.
Ni tan siquiera han supuesto “un fracaso” las lágrimas de pena de uno de los alumnos de primaria que en su día no quiso participar en el proyecto. No quiso escribir un cuento y hoy no ha tenido un ejemplar de regalo. Fue su decisión y hoy ha vivido una experiencia. Porque experiencia, como dijo Einstein, es lo que obtienes cuando no consigues lo que quieres.
Estoy convencida de que la próxima vez, que seguro que la habrá, este chico echará mano de la experiencia vivida hoy y seguro que, al menos, pensará las cosas dos veces antes de tomar su decisión.
Todas estas “experiencias” nos hacen pensar que nuestro proyecto funciona. Brillará más para unos que para otros, su esfuerzo, trabajo e ilusión podrá ser más o menos valorado por los que contemplan el “resultado final”, pero para nosotros lo que nos importa no es “conseguir publicar los libros” si no “disfrutar durante todo el proceso de su creación”. Y un año más puedo decir bien alto que así lo hemos hecho.
Porque, repito una vez más:
“Hecho” es mejor que “perfecto”.
Mañana nos quedamos en Pozuelo, sin atascos, aunque madrugando pues a las 9:00 nos esperan las cuatro clases de 6º de Primaria de Escolapios que han colaborado con la Fundación Itaka.